En estos chats se dice todo lo que te puedas imaginar. El bullying no tiene modus operandi, lo único que busca es lo que te duele, lo que te desestabiliza y vulnera, ahí es donde incide sin parar.

Busca la debilidad porque es lo que convierte al niño el estatus de víctima. Siempre es vulnerable.

El agresor se ha adaptado a los tiempos en que vivimos, ahora cuenta con una herramienta más con la que hacer daño. Puede subir fotos sin el conocimiento ni consentimiento de la víctima, avergonzarlo ante los demás. Pueden establecer rumores, mentiras y acosar mediante chats. Sacar información de las víctimas para amedrentarlas.

Siempre han existido la violencia y la maldad, lo que surgen son nuevas herramientas para llevarlas a cabo.